Situado en el Alto Gállego, el Valle de Tena es un espectacular enclave natural en medio del Pirineo oscense (Huesca, Aragón). Un bello paraje que recibe cientos de miles de turistas al año en busca de actividades deportivas y naturaleza, pero también la tan necesaria tranquilidad de la que no disponemos en las grandes ciudades.
Índice
Valle de Tena: Biescas, Panticosa, Formigal…
El Valle de Tena es uno de los destinos rurales preferido por miles de turistas españoles y extranjeros en cualquier verano. Atractivos no le faltan, ni tampoco a ninguno de los municipios que lo forman: Sallent de Gállego con Lanuza, Hoz de Jaca, Panticosa, Biescas con Piedrafita o Formigal, etc… con un entorno natural que concentra desde lagos glaciares (ibones) en sus cumbres, hasta bosques de pinos, hayas y robles, praderas o bellos senderos donde encontrar además gran cantidad de setas y flores silvestres. De entre su fauna: marmotas, armiños, quebrantahuesos, sarrios o peces de aguas bravas.
Turismo rural, turismo fenomenal
Hoz de Jaca, que pertenece a la reserva de áreas protegidas por la UNESCO, cuenta con una de las casas rurales más impresionantes de toda la zona: Casa Forelsa, en la que pueden hospedarse hasta ocho personas. Distribuida en cuatro dormitorios y tres baños, fue construida y decorada en el año 2018 con techos inclinados, maderas recuperadas y una gran chimenea en un amplio salón comedor de doble altura y muy luminoso.
La cocina, americana, con una habitación cercana de grandes dimensiones y un baño acompañándola en la planta principal. En la más alta, tres habitaciones y dos baños (uno en suite) con grandes ventanales y un equipamiento diferenciado.
Cerca de allí podrás deslizarte por la tirolina doble más larga de Europa y desde allí contemplar todo el valle, volar sobre el lago y descender 120 m. de altura a más de 90 km/hora. También podrás adentrarte en el bosque disfrutando del vehículo que más te guste, desde quads a bicicletas eléctricas.
Para disfrutar a tope de la naturaleza, una magnífica opción es darse una vuelta por el Parque Nacional de Ordesa y Monte Perdido, formado por cuatro valles y un macizo montañoso central, o admirar la extensa e impresionante fauna en semilibertad de Lacuniacha (lobos, linces, corzos, jabalíes, osos…).
Sin duda, merecen una visita en el Valle de Tena el célebre embarcadero de Suscalrar entre Lanuza y Sallent de Gállego, o el recientemente abierto de nuevo Balneario de Panticosa, el mejor lugar para relajarse y encontrar el bienestar tanto físico como mental.
Qué comer en el Valle de Tena
El Valle de Tena ofrece una deliciosa variedad de platos típicos de la región que vale la pena probar. La gastronomía aragonesa es conocida por su autenticidad y sabores ricos, influenciados por la tradición montañesa y los ingredientes locales.
Aquí tienes algunas sugerencias de platos que puedes disfrutar en el Valle de Tena:
Ternasco Asado: El ternasco es un cordero joven típico de Aragón, y asarlo es una de las formas más tradicionales de prepararlo. Se sazona con hierbas aromáticas y se asa lentamente en horno de leña, lo que le da una textura tierna y jugosa con un sabor inconfundible.
Trucha a la Navarra: En esta región montañosa, la trucha es un pescado muy popular. La trucha a la Navarra es una receta clásica que implica rellenar la trucha con jamón serrano y luego asarla al horno. Es una combinación de sabores deliciosa y muy apreciada.
Hongos y Setas: El Valle de Tena es rico en hongos y setas silvestres, especialmente durante la temporada de otoño. Podrás encontrar platos deliciosos como revuelto de setas, guisos y sopas que destacan estos ingredientes frescos y sabrosos.
Sopas y Potajes: La cocina aragonesa incluye diversas sopas y potajes, como la sopa aragonesa, hecha con pan, huevo y jamón, y el potaje de garbanzos con espinacas y bacalao. Son platos reconfortantes ideales para los días fríos de montaña.
Chiretas: Es un plato tradicional de la región, especialmente en el Valle de Tena. Consiste en un embutido que se rellena con arroz, carne de cordero, sangre, cebolla y especias. Es un plato sabroso y contundente.
Quesos: Aragón produce excelentes quesos, algunos de los cuales son D.O. protegidos. Entre ellos se encuentra el queso de Tronchón, un queso semicurado de leche de oveja con un sabor distintivo.
Postres: No puedes irte sin probar algunos de los postres tradicionales de la zona, como las trenzas de Almudévar, unos dulces trenzados con almendra, azúcar y huevo, o las rosquillas de anís.
Vinos: Acompaña tus comidas con vinos de la región, como los de la Denominación de Origen Somontano, que son famosos por su calidad y variedad.
Otros reportajes sobre Aragón:
El pueblo más pequeño de España con catedral y otros tesoros de Huesca