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Las 5 rutas por carretera más bonitas de Turquía y que convertirán esta experiencia en el viaje más bonito de tu vida

Bordeado por el Mediterráneo, el Egeo y el Mar Negro, Turquía presenta vistas impresionantes y paisajes exuberantes protagonizados por bosques, mares, antiguas ciudades, tesoros históricos y delicias locales. Te presentamos un recorrido muy completo para explorar la Turquía más desconocida, de Çanakkale a Çamlıhemşin, todo un maravilloso viaje a lo largo y ancho de este bello país.

De Çanakkale a Ayvalık

Con vistas panorámicas del norte del mar Egeo, la ruta Çanakkale-Ayvalık es una experiencia única que pone de relieve el vasto patrimonio cultural de la región, su increíble naturaleza y sus playas vírgenes. Los paisajes con tonos azules y verdes, las antiguas ciudades situadas a lo largo del recorrido y los productos locales frescos son solo algunas de las razones por las que esta zona de Turquía es una de las favoritas de los viajeros que aman la carretera, tanto en bicicleta, moto, automóvil o caravana.

Çanakkale es el punto de partida de la ruta y un lugar fascinante de crónicas del pasado, especialmente si se llega a la ciudad atravesando la histórica península de Gallipoli, cubierta de bosques. En la antigua Çanakkale, donde quedan vestigios de las epopeyas de la Ilíada y la Odisea de Homero, los visitantes pueden observar los milenios de historia de la región.

A las afueras de la antigua ciudad de Troya se encuentra el Museo de Troya, ganador del «Premio Europeo del Año 2020» y del «Premio Especial de la Academia Europea de Museos 2020/2021».  Aquí también se encuentra la primera parada de la Ruta de Eneas, la primera y única ruta cultural registrada por el Consejo de Europa que parte de Turquía. Además, la zona reúne sitios naturales, arqueológicos y paisajes rurales, algunos de los cuales están incluidos en la lista del Patrimonio Mundial de la UNESCO.

Al sur de Çanakkale, en Ayvacık, se encuentra la antigua ciudad de Assos, conocida por sus bahías y playas desiertas. Los pueblos de esta zona de Turquía son otra de las paradas por sus pintorescas casas de piedra y, para una experiencia completa, en Sivrice, la bahía de Assos, se puede vivir una experiencia glamping inolvidable. La última parada es la ciudad costera de Altınoluk, en el distrito de Edremit, donde se puede visitar algunas de las maravillas naturales como el Parque Nacional del Monte Ida, la cascada de Sütüven, el estanque de Hasanboğdu, el cañón de Şahinderesi e importantes centros balnearios en Güre, que cada año acoge turistas de todo el mundo en sus spas.

De Ayvalık a Çeşme

Calles de Alacati, un bello destino turco.

Después de Ayvalık, el recorrido continúa por las montañas de Madra y la ruta de Bergama hasta descubrir la ciudad antigua de Pérgamo. Es imposible no caer rendido ante los encantos de Turquía. En Izmir, el corazón del Egeo, se encuentra la ciudad marinera de Foça, con una zona histórica llamada Eski Foça y con pintorescas carreteras y unas vistas impresionantes. Además, sus puertos pesqueros le han otorgado gran fama a sus platos de marisco.

Seferihisar, Turquía

Otras de las paradas imprescindibles durante el trayecto por Turquía son: Urla, conocida por sus alcachofas y famosa por sus restaurantes gourmet; Seferihisar, la «ciudad lenta»; Kuşadası, localidad de turismo de mar-arena-sol; Şirince, distinguida por sus vinos locales; las antiguas ciudades de Miletos, Priene y Éfeso y las iglesias de los Siete Durmientes y de la Virgen María.

Isqvzmir, Éfeso

Esta geografía ofrece una gran belleza, historia y gastronomía. La última parada de esta ruta es Çeşme, un popular destino de vacaciones frente al mar, cerca de İzmir, y Alaçatı, un pintoresco complejo con escuelas de windsurf y casas de piedra.

De Kalkan a Antalya

Antalya, Patara

Y seguimos nuestra ruta por Turquía con un recorrido bajo el sol del Mediterráneo, en el que cada curva de la carretera muestra otra vista impresionante de aguas claras, bahías desiertas y montañas exuberantes. Esta ruta de paisajes únicos y huellas de antiguas civilizaciones hace parada en las imprescindibles Patara, Kalkan y Kaş,Olympos, Çıralı y Antalya.

Antalya, Kalkan, Turquía

Con su antigua ciudad y su playa de 12 kilómetros, Patara es sin duda uno de los lugares más espectaculares de la región. Considerada una de las ciudades más importantes de la antigua Licia, conserva estructuras históricas como el teatro, el edificio del parlamento, el faro, el arco de la ciudad, la calle colonada, templos e iglesias. Además, es el lugar de nacimiento de San Nicolás, también conocido internacionalmente como Santa Claus o Papá Noel. Pero fue en Demre donde San Nicolás ejerció como obispo y alcanzó la santidad. También, es el lugar que alberga la tumba del Santo y la histórica iglesia, que fue lugar de peregrinación durante la Edad Media.

Otro punto del recorrido es la famosa región de Antalya, la perla del Mediterráneo, donde se invita a explorar las profundas aguas azules de Kaş, uno de los centros de turismo de buceo más importantes de Turquía y del mundo, a observar las huellas de las antiguas civilizaciones mediterráneas bajo las aguas en una excursión diaria en barco en Kekova. Desde Kaş, la siguiente parada está en Çıralı, hábitat de las tortugas marinas Caretta y próxima a las ruinas de la antigua ciudad de Olympos, un importante puerto licio, hasta llegar a Antalya, la última parada de la ruta y en el que se recomienda conocer el Museo Arqueológico de Antalya, donde se exponen magníficas obras de diferentes civilizaciones mediterráneas.   

De Eskişehir a Isparta

Isparta

Desde Eskişehir, que destaca cada día más por su vibrante vida urbana, hasta Isparta, la ciudad de las rosas, con los atractivos naturales y modernos de Anatolia bajo sus pies, esta ruta atraviesa puntos culturales importantes, como el centro histórico de la ciudad de Odunpazarı, incluido en la lista indicativa de Lugares declarados Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO, el bazar de artesanía Atlıhan, donde se exponen ejemplos de la artesanía tradicional de la región o el Museo de la Sepiolita (Meerschaum), único de su clase en el mundo, todos ellos en la provincia de Eskişehir.

Una vez de camino a Isparta será la naturaleza la que asuma el protagonismo con Yalvaç y Eğirdir; las tranquilas ciudades Cittaslow de Isparta; el Parque Nacional del Lago Kovada, hábitat de cientos de especies de aves; el Parque Natural de Gölcük, que alberga uno de los raros lagos de cráter del país; el lago Eğirdir, una maravilla natural con hipnotizantes vistas al atardecer o el pueblo de Kuyucak, que deslumbra con sus campos de lavanda.

En la zona también se encuentra la Ruta de San Pablo, camino de peregrinación desde hace más de dos mil años y todo un reto. Esta ruta es una de las que realizó San Pablo, el primer misionero de la historia del cristianismo, durante sus viajes misioneros. Además, junto con el Camino Licio, la Ruta de San Pablo es una de las rutas de senderismo más conocidas de Anatolia.

De Bolu a Çamlıhemşin

Las montañas de Rize

Partiendo desde Bolu, famosa por sus lagos, hasta Çamlıhemşin, paraíso de las montañas de Rize, esta ruta atraviesa majestuosos paisajes de espléndidos bosques verdes y aguas azules. Una de las opciones para comenzar el recorrido es el Parque Nacional de Yedigöller, telón de fondo de la belleza de postal de Bolu, en dirección a Safranbolu, con calles estrechas bordeadas de casas de madera con ventanales. La verde Kastamonu y las históricas ciudades portuarias de Sinop y Samsun, que sorprenden por su belleza natural, son otras de las paradas.

El siguiente punto es Ordu que alberga algunas maravillas naturales como las mesetas de Perşembe y Çambaşı, las cascadas de Çiseli y Uzundere o el cañón de Geçilmez. A este le sigue Yeşilce, un pequeño pueblo donde la vida moderna se mezcla a la perfección con la sencillez, y el monasterio de Sümela, en Trabzon, incluido en la lista indicativa de lugares Patrimonio Mundial de la UNESCO, con su espectacular emplazamiento junto a un acantilado.

En la última parada, en Çamlıhemşin, se encuentran las mesetas de Ayder, Pokut, Gito y Sal que ofrecen una atmósfera que recuerda a los cuentos de hadas. Además, la cocina del mar Negro, realzada por numerosas hierbas locales y regionales y productos orgánicos, hace que este viaje sea aún más extraordinario.

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