España perdió en agosto siete millones de turistas, unos datos similares a los del mes de julio, cuando también se registró un desplome en las llegadas del 70% así como pérdidas de más de 9.000 millones; mientras que, entre enero y agosto, vinieron 15,69 millones de extranjeros a nuestro país, frente a los 58,2 millones del mismo periodo de 2019. Todo esto dibuja un escenario poco alentador para un sector que según Exceltur, la asociación para la excelencia turística en España, estima que perderá 100.000 millones debido a la crisis ocasionada por la Covid-19.
Es por ello por lo que los profesionales del turismo están obligados a reinventar un sector que se adapte y supere los retos impuestos por el coronavirus. En este sentido, Alberto Peris, director ejecutivo y socio fundador de CESAE Business & Tourism School, señala que “el Covid-19 ha obligado al sector a acelerar su digitalización y a innovar con soluciones tecnológicas de vanguardia, que llegarán a suponer la diferencia entre resistir al virus y evolucionar o desaparecer”.
En esta línea estaría la implementación de propuestas basadas en Inteligencia Artificial para proporcionar soluciones de hiper personalización, el desarrollo o implementación de herramientas de Internet of Things (IoT) para generar más garantías, así como retorno con el dinero invertido.
“La nueva normalidad ha resaltado la necesidad de establecer protocolos que cumplan con los requisitos y las normativas sanitarias y, sobre todo, que le ofrezcan confianza al viajero”, explica Alberto Peris que añade que “existen nuevas medidas que justificarán y reforzarán el proceso de transformación digital en el mundo del turismo que ya estaba en curso”.
El nuevo turista evita el contacto con otras personas
Desde CESAE Business & Tourism School destacan que el turista post-Covid tiene un perfil diferente: es más digital, busca sus viajes a través de plataformas online, prefiere viajes de solo ida, reserva con una antelación menor a un mes-mes y medio, y los destinos elegidos están relacionados con un ambiente más relajado y con servicios personalizados, evitando en lo posible el contacto con otras personas.
En esta línea, Alberto Peris destaca que el nuevo turista resultante de esta transformación del mundo y del sector valora en profundidad los riesgos antes de decidirse por un destino u otro, es más exigente en conocer todos los aspectos de su viaje para hacerlo con una mayor tranquilidad y confianza.