‘Imposible haber nacido en Tánger y no estar orgulloso de ello’, dicen los tangerinos. Y es que esta ciudad marroquí, la más internacional y cosmopolita del reino, está a la altura de las más grandes expectativas.
Tánger se sabe reinventar como ninguna otra. Dejó su huella en la historia y se ha convertido en un enclave económico que no para de crecer. y aunque hoy (como el resto del mundo) también se ha visto afectado por la pandemia, Tánger mira al futuro con esperanza. Un buen ejemplo es el moderno puerto deportivo, Tanja Marina Bay, primera fase de un ambicioso proyecto que promete dar aún un mayor impulso económico y turístico a esta capital del Estrecho.
Visita el mítico Cinema Rif
La Plaza 9 de Abril o gran Zoco es una de las plazas más animadas y de mayor tamaño de la ciudad y donde se encuentra el mítico Cinema Rif. Visitamos los jardines de la Mendoubia antes de introducirnos por Bab el Fash, una de las puertas de la medina. Dentro, el pequeño zoco donde puedes encontrar de todo.
Nos acercamos hasta el abandonado Gran Teatro Cervantes, huella de nuestro pasado aquí, y que ha sido cedido recientemente al reino de Marruecos para que se ocupe de su rehabilitación. Parece mentira que en este escenario en ruinas actuaran el gran Enrico Caruso, Lola Flores o Antonio Machín. Paseando por la calle Italia, repleta de edificios impresionantes, encontrarás otro mítico cine que también está a la espera de reforma, el Alcázar. La irrupción de la pandemia practicamente coincidió con el inicio de las obras de rehabilitación de este lugar emblemático de Tánger. Cuando se completen las obras será un nuevo centro cultural dedicado al séptimo arte.
En la parte alta y fortificada está la kasbah. Nos esperan calles estrechas, coloridas y laberínticas, pero también antiguos palacetes y casas señoriales en las que vivían antiguos mandatarios europeos. Desde la plaza de la kasbah se puede disfrutar de unas vistas a toda la bahía.
Y a la hora de reponer fuerzas, nada mejor que entrar en alguno de los restaurantes de la medina donde encontrarás una amplia oferta de la exquisita cocina tradicional marroquí. Eso sí, no te puedes ir sin probar el plato estrella, el cuscús.
El café donde pasó horas y horas Paul Bowles
Tánger se puede conocer también a golpe de cafés. Te sugerimos el Tingis, el café de París o la terraza del hotel Intercontinental con muy buenas vistas. Establecimientos todos hoy decadentes, pero que en su día fueron centro de artistas, escritores bohemios y filósofos. Recuerda que estás sentado donde un día estuvieron ilustres personajes como Truman Capote, Paul Bowles o Tennessee Williams, entre otros. Por cierto que en el Café Central, situado en el Zoco Chico, te servirán uno de los mejores tés a la menta de la ciudad.
Otros reportajes sobre Marruecos que te pueden interesar: