El próximo 6 de noviembre se inaugura oficialmente el nuevo Depot del Boijmans Van Beuningen, el nuevo edificio en el corazón de la ciudad de Rotterdam que albergará un total de 151.000 piezas.
Mientras que los museos de todo el mundo suelen mostrar entre el 6 y el 10 por ciento de sus colecciones y el resto se conserva y guarda almacenado, Depot Boijmans Van Beuningen rompe con esta tradición y hace visibles todas las obras de arte hasta ahora invisibles, por primera vez en la historia del arte.
Un edificio que mostrará la colección de manera continuada pero también los trabajos de cuidado, conservación y restauración. El visitante puede observar lo que sucede detrás de escena en un museo, lo que implica la conservación y administración de una colección. Lo que sucede en el depósito no es en modo alguno escenificado: el «back office» del museo se ha convertido en su «recepción» y el cuidado de la colección se ha convertido en parte del programa público.
Además de los diversos espacios para el almacenamiento y conservación, el depósito de arte de Rotterdam incluye diferentes compartimentos para depósitos privados y, a una altura de 34 metros, se encuentra el restaurante y un espacio para eventos, así como un bosque en la azotea.
La conservación de las obras de arte
Las obras en el nuevo depósito se almacenan, organizan y mostrarán de acuerdo con los requisitos climáticos y necesidades específicas de cada una de ellas, en lugar de organizarse por movimientos artísticos o una época.
En total, cinco zonas climáticas diferentes, adecuadas para los diversos materiales, que son el metal, plástico, papel, blanco y negro y fotografía en color.
Las obras están organizadas de la manera más eficiente posible, ya que se encontrarían en un depósito cerrado. Los objetos se envuelven, cuelgan de un estante o se exhiben en un gabinete y las obras más delicadas se exhiben en grandes vitrinas acristaladas que están suspendidas en el atrio. Las impresiones, dibujos y fotografías se guardan en espacios cerrados, pero se programará visitas para que estas piezas puedan consultarse y observarse. La colección de películas y vídeos se pueden consultar en espacios especiales destinados a su visualización.
En Rotterdam los visitantes son testigos de primera mano del los trabajos de conservación, restauración, transporte y estudio de todos y cada uno de las obras de arte. Esto ofrece una transparencia incomparable sobre el papel activo que cumple un museo en la sociedad: lo que hace un museo y cómo se preocupa por sus obras en depósito.