Calatayud, la cuarta ciudad de Aragón, posee una rica huerta, una situación privilegiada a camino entre Zaragoza y Madrid, y muestra orgullosa su dinamismo y pujanza económica. No en vano, de la milenaria historia de esta ciudad hablan sus restos arqueológicos y el rico patrimonio de su casco histórico.
Índice
Los romanos fundaron Bílbilis
Los romanos ya se dieron cuenta de su ventajosa situación y fundaron Bílbilis, de la que todavía se conservan importantes vestigios en su yacimiento, situado a cinco kilómetros del casco urbano, o en el Museo Arqueológico.
El castillo de Ayub y las huellas mudéjares
De la época islámica es el castillo de Ayub, del que deriva su nombre. A sus pies desciende el barrio de la morería, constituido por estrechas y retorcidas calles.
Fruto de la larga presencia de los musulmanes en la ciudad, Calatayud muestra orgullosa sus huellas mudéjares, Patrimonio de la Humanidad: la torre, el ábside y el claustro de la magnífica Colegiata de Santa María; la iglesia y torre de San Pedro de los Francos; o la iglesia y torre de San Andrés.
Iglesias y las pinturas de Goya
Tienes que entrar a la iglesia de San Juan el Real para admirar las pechinas de su cúpula, pintadas por un joven Goya. Además, podrás ver alguna de las puertas que daban acceso a la ciudad, como la Puerta de Terrer, con su Fuente de los Ocho Caños, o la Puerta de Zaragoza. No te vayas sin dar un paseo por la antigua judería y acercarte hasta la plaza de España.
El Mesón de la Dolores
En la Hospedería del Mesón de la Dolores y en su museo podrás conocer de primera mano todo sobre este legendario personaje, objeto de películas, zarzuelas y obras literarias.
Y en cuanto a fiestas, si tienes la oportunidad, no te pierdas Las Alfonsadas, una fiesta que recrea la reconquista de Calatayud por Alfonso I. Las de San Roque, que se celebran en torno al 15 de agosto, hacen estallar de alegría las calles bilbilitanas. Ambas fiestas están declaradas de Interés Turístico de Aragón.
Qué ver en el Monasterio de Piedra
En la localidad de Nuévalos, a escasos kilómetros de Calatayud, se emplaza el famoso Monasterio de Piedra, un antiguo cenobio cisterciense ubicado en un hermoso parque natural repleto de cascadas, bellísimos saltos de agua y grutas. Se trata de uno de los parajes más bellos y visitados de Aragón.
Bellas cascadas y remanso de paz
El parque natural es un remanso de paz, un lugar ideal para relajarte, dejándote llevar por el rumor del agua que desciende por las diferentes cascadas. La llamada Cola de Caballo es la más famosa. En su interior existe una gran cueva natural con formaciones de estalactitas. En contraste con las cascadas podrás admirar las tranquilas aguas del Lago del Espejo.
La primera impresión que tendrás al llegar aquí será la de sorpresa. Sorpresa al descubrir este insólito vergel donde el agua y la abundante vegetación reinan en medio de un paisaje árido.
La misma sorpresa se encontraron los monjes que llegaron hasta este lugar y fundaron un monasterio cisterciense, allá por el siglo XII. Algunas de sus estancias se pueden visitar todavía hoy, como el claustro, la sala capitular, la cocina donde se elaboró el primer chocolate de Europa, la iglesia y su cripta, el refectorio o el lavatorio.
Puedes complementar tu visita disfrutando de una exhibición de aves rapaces y recorriendo el Museo del Vino de la Denominación de Origen Calatayud, situado en la antigua bodega del monasterio.
Información básica
- Apertura: Todos los días
- Precio: 16 € (consultar tarifas reducidas)
- Aparcamiento: gratuito
- Teléfono: 976 87 07 00
- Email: parque@monasteriopiedra.com
Informacion y fotografías: Turismo de Aragón