Desde la ría de Ferrol hasta la de Cedeira, son muchas las playas de fina y blanca arena, y de varios kilómetros de longitud, que se alternan con calas con encanto y faros en escarpados acantilados.
Esta es una zona ideal para agradables paseos en cualquier época del año y para la práctica de deportes náuticos como el surf o el windsurf.
Partimos desde el barrio marinero de Ferrol
Partimos de Ferrol. Comenzaremos nuestra ruta por el barrio marinero de A Graña, con sus típicas casas estrechas y calles adoquinadas que nos llevarán hasta el Castillo de San Felipe.
Esta fortaleza es un fiel reflejo del estilo de los modelos académicos de su época: la Ilustración.
Contemplando desde aquí las magníficas vistas sobre la ría y el Castillo de A Palma, situado en el municipio de Mugardos, será imposible no recordar la importancia histórica y cultural del conjunto formado por las fortalezas defensivas de la ría de Ferrol y del Arsenal Militar, que hacían de esta entrada un fortín inexpugnable desde el mar, sobre todo para las incursiones inglesas.
La playa salvaje de Doniños
Continuamos nuestro camino en dirección a Cariño para acceder a Doniños, la primera playa salvaje de nuestra ruta, del lado de la laguna del mismo nombre.
Esta última, además de contar con una leyenda que asegura que aquí está hundida la antigua ciudad de Valverde por castigo divino, figura en la historia de la Batalla de Brión, pues fue por donde los ingleses desembarcaron y se retiraron derrotados por las tropas y vecinos de San Felipe y A Graña. Este enfrentamiento se conmemora el 25 de agosto con una representación y, además, sirve de argumento a las visitas teatralizadas, cada vez más frecuentes en el Castillo de San Felipe.
Playa de Lumebó y su puesta de sol
En el arenal, encontraréis restos de una batería de costa y, desde su extremo izquierdo, accederéis a la pequeña playa de Lumebó. Si la visita os coincide en marea baja y al final del día, la fortuna os regalará una impresionante puesta de sol entre esculturas de piedra naturales.
En el otro extremo de la playa, por una pasarela de madera, podéis continuar el paseo y, en caso de que llevéis bicicleta, podréis seguir por el carril habilitado casi todo el trayecto hacia Covas.
Playa de San Xurxo, con forma de concha
Nuestra siguiente parada es la playa de San Xurxo, situada en el extremo sur de cabo Prior. Con forma de concha, de arena muy blanca, y ventosa por influencia del nordés, es una de las preferidas por los vecinos durante el verano.
Quizás también porque sus más de dos kilómetros la convierten en un lugar ideal para largos paseos por las dunas o por la orilla del mar durante la marea baja, sintiendo cómo las olas rompen contra nuestros pies.
Desde punta Herbosa, a la que se llega por un sendero próximo, tendréis una panorámica completa del arco que forman los arenales de San Xurxo, Esmelle y O Vilar, conocidas popularmente como “las playas de Covas”. Un encuadre perfecto de aguas color turquesa entre altos pinos.
El faro de cabo Prior
En cabo Prior encontraréis también el faro del mismo nombre, activo desde 1853. En este lugar existía un destacamento militar del que ya sólo quedan las ruinas, con una curiosa forma vista desde la distancia.
En la parte trasera del faro hay una escalera que permite bajar un trecho de este istmo de 171 metros y ver, al norte, la playa y la isla de Santa Comba, con su ermita románica. Podéis acercaros también hasta la cala de As Fontes, donde el mar os regalará pozas de agua verde esmeralda: un lugar perfecto para mojar los pies y tumbaros al sol.
Ponzos, la playa más agreste
Pasamos ahora las dos pequeñas playas de Sartaña y Medote para llegar a Ponzos, la más agreste de las tres. En su extremo derecho hay una zona nudista y, con bajamar, podréis atravesar las rocas para llegar al solitario arenal de Casal, ya en el vecino municipio de Narón.
Caminar descalzos por la arena, mientras el viento os enreda los cabellos, es una experiencia que no os debéis perder en cualquiera de estos bravos arenales.
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