La isla de Lewis y Harris, en el archipiélago de las Hébridas Exteriores, ubicado en la costa oeste escocesa, no sólo es la mayor isla de Escocia, sino la tercera de Reino Unido, sólo por detrás de la isla principal británica e Irlanda.
Índice
Además, se trata de un lugar en el que respirar tradición, historia y naturaleza con una atractivo mayúsculo. Desde yacimientos prehistóricos a largas playas de arena blanca, pasando por otros muchos alicientes hacen de su visita una experiencia inolvidable.
Como su propio nombre ya anuncia, Lewis y Harris está dividida en dos. De hecho, hasta 1975 ambas partes, Lewis al norte y Harris al sur, pertenecieron incluso a diferentes condados. Hoy en día ya no. Así, sus poco más de 20.000 habitantes se encuentran bajo la jurisdicción del Consejo de las Islas Occidentales.
Apego a la tradición
Si una palabra puede definir a Lewis y Harris de primeras, esa es tradición. Tradición en cuanto a la lengua, ya que el gaélico tiene una presencia muy fuerte todavía en ella: en los carteles, en los colegios… De hecho, la sede de la BBC Alba (Escocia en gaélico) se encuentra en esta isla.
Pero tradición también en cuanto a religión. Casi todo está cerrado en domingo. Hoy en día ya no es como hace unos años, pero todavía se puede notar que la vida es diferente el séptimo día de la semana, con los aparcamientos de las iglesias repletos. Hace no tanto, la decisión del ferry que une Lewis y Harris con Ullapool, en la mainland, de operar los domingos generó protestas. Además, la permanencia de una importante actividad granjera, también está unida a la la tradición del lugar.
Su capital, Stornoway, situada al noreste, en Lewis, gozó y sigue haciéndolo hoy en día de un importante puerto con una magnífica protección natural.
Para amantes de la historia
Fundada en el siglo IX por los vikingos, Stornoway cuenta con un castillo de la época victoriana en perfecto estado de conservación. Se trata del Castillo de Lews, construido entre los años 1847 y 1857.
Pero si de historia hablamos, el complejo megalítico de Callanish es parada obligatoria. Con diferentes espacios con restos prehistóricos, el principal, conocido como Callanish I, contiene 13 monolitos fechados entre los años 2900 y 2600 a. C. Este, además, cuenta con una tumba y su función principal fue, probablemente, funeraria o ritual.
Por otra parte, no lejos de Callanish, en Carloway, se encuentra el Dun Carloway. Se trata de un broch construido en el siglo I a. C. Los broch son antiguas construcciones circulares construidas con piedra seca típicas de Escocia y este es uno de los mejor conservados. Se piensa que su principal utilidad pudo ser la defensiva.
Más recientes, pero no menos atractivas son las Blackhouses (casas negras) de Garenin. La más antigua data de 1850. Se trata de un poblado en el que es posible ver e incluso dormir en estas antiguas viviendas hechas también con piedra seca y con techos de paja. Cerca de aquí, en Shawbost, también se pueden visitar el molino y el horno de Norse, que son un otro ejemplo de este tipo de construcciones.
Naturaleza pura
Y, por supuesto, si de algo no podemos olvidarnos es de la imponente naturaleza de la isla de Lewis y Harris. Plana en su zona norte, ya al sur de Lewis y norte de Harris se pueden ver montañas que, a pesar de no tener mucha altura, imponen, sobre todo si uno puede verlas nevadas. Multitud de rutas permiten que el lugar sea de esos en los que los amantes de las caminatas disfrutan. Eso sí, siempre teniendo respeto a la cambiante situación meteorológica.
Por otro lado, en más de una ocasión, estando en una de las múltiples y espectaculares playas de la isla, si no es por la temperatura, también la del agua, uno puede llegar a tener la impresión de encontrarse en el Caribe. La enorme Bahía de Úig es uno de esos lugares que pueden dejar sin habla a una persona.
Productos locales de calidad
Por otra parte, hablar de esta isla escocesa es hablar también de productos locales reconocidos, al menos en todo el país. Así, gastronómicamente, el black pudding (lo que en España sería la morcilla) de Stornoway es un referente. La mezcla de especias, avena, sangre y grasa proporcionan un sabor especial a este manjar, que bien puede tomarse como desayuno, acompañado de unos huevos revueltos y pan tostado.
Mientras, en Tarbert, el coqueto pueblo más importante de Harris se puede visitar la destilería de una ginebra que cuenta con una legión de seguidores. Se trata de la ginebra Isle of Harris.
Además, sin abandonar Tarbert y Harris, aunque también el Lewis se puede encontrar una buena muestra de él, es casi obligatorio hacerse con algún objeto o prensa de vestir realizado con Harris Tweed, un tejido de lana reconocido mundialmente.
La mejor forma, también la más económica de llegar a Lewis y Harris es en barco desde Ullapool. A pesar de contar con un aeropuerto en Stornoway, el número de vuelos es reducido y su precio mas bien elevado. Una vez en la isla, lo recomendable para desplazarse es alquilar un coche con el que recorrer sus espectaculares carreteras, especialmente las del sur de Harris. Precaución.
Otros artículos relacionados: