Después de más de un año, Israel abre sus fronteras al turismo. Con un proceso de vacunación muy avanzado (más de la mitad de la población ya ha recibido la vacuna), el país tiene todas las papeletas para convertirse en el espejo donde mirarnos en la etapa de la desescalada pospandemia. Entrevistamos a Dolores Pérez Frías, directora de Turismo de Israel en España, para que nos cuente cómo se está viviendo el paso hacia la nueva normalidad en este país mediterráneo.
Para viajar a Israel, el requisito fundamental es estar vacunado. ¿Y si el viaje no es por turismo también?
Sí, es totalmente indispensable estar vacunado. El día 23 de mayo empezará la primera fase de la reapertura del turismo internacional a Israel: solo podrán viajar personas vacunadas y en grupo, que deberán hacerse la PCR en España y el test serológico al llegar al país.
Se puede entrar en el país en otros casos muy puntuales, por ejemplo, si se está casado con un ciudadano israelí, si se tiene un menor de nacionalidad israelí a cargo o por motivos de negocios.
Israel es uno de los primeros países en tener una buena parte de su población vacunada. ¿Puede ser también una referencia para conocer por dónde va a ir la recuperación turística internacional?
Israel está desarrollando un proceso de vacunación extraordinario, que ha permitido ver el efecto de la vacuna y también que hay luz al final del túnel, y que podremos volver a lo que ahora sería la “otra normalidad”.
Todavía hay restricciones, pero es esperanzador ver que las calles se han vuelto a llenar de vida: la gente vacunada puede disfrutar de los servicios completos de los hoteles, incluidos restaurantes, piscinas o gimnasios. Por eso, creo que sí, que puede ser un espejo donde ver reflejado cómo puede ser una desescalada pospandemia.
La desigualdad en la carrera de vacunación entre países, ¿cree que puede beneficiar a Israel como opción turística internacional?
Más que beneficiar preferimos pensar que estamos contribuyendo a que todos volvamos a nuestras vidas, a las de antes, paso a paso, con prudencia. Tras el excelente proceso de vacunación que se está llevando a cabo, Israel puede decir que es un país seguro. El mundo ha sido testigo de la rapidez y la eficacia con las cuales se ha gestionado la vacunación, escenario que hace unos meses era toda una incógnita a nivel mundial.
Creo que esto genera mucha confianza, sumado al descenso de los casos que ha habido en el país y a la desescalada gradual. Hemos visto imágenes de personas, de cualquier edad y condición, en bares, en la calle o viviendo las procesiones durante la Semana Santa de forma segura.
¿Podríamos aventurarnos a decir para cuándo el país podría alcanzar la plena normalidad?
Si algo he aprendido durante esta pandemia, además de vivir, trabajar y, sobre todo, disfrutar con un nivel de cero de expectativas, es que es muy complicado hablar de fechas. Sigamos siendo prudentes. Vivamos con prudencia. Ahora y siempre. Por ahora, con más de la mitad del país completamente vacunado, Israel está volviendo gradualmente a la normalidad para evitar otro repunte. Estamos yendo paso a paso, sin prisas, en consonancia a lo que reflejen los indicadores de salud.
En otoño se prevé un repunte de turistas
¿Cómo prevé que sea turísticamente este verano 2021 en Israel?
Todos tenemos ganas de viajar. Primero fuera de nuestra comunidad. A nuestros lugares favoritos, a visitar a la familia, a los amigos y luego viajaremos fuera. En otoño vamos a notar el mayor repunte de turistas. Hemos estado soñando durante muchos meses y ya casi podemos despertar y reservar nuestros billetes para respirar en Israel, porque nos transmite seguridad.
¿Y de qué países recibe turistas principalmente?
Los principales mercados emisores de turistas a Israel son Estados Unidos, Francia y Rusia. En 2019, España se encontraba en la undécima posición de este particular ranking.
Para los españoles, ¿es Israel un destino turístico en alza?
Por supuesto, el país tiene un sinfín de posibilidades más allá de la majestuosa espiritualidad que se respira en toda la Tierra Santa. Por ejemplo, Tel Aviv es una ciudad cosmopolita y muy mediterránea, donde hay un ambiente festivo, grandes playas de arena blanca y avenidas llenas de tiendas donde comprar; además de su atractiva “Ciudad Blanca” con más de 4.000 edificios de estilo internacional. ¡Son tan atractivos! Pero, sin duda, lo más fascinante es la libertad que se respira en cada metro cuadrado.
Para los perfiles más aventureros, está el desierto del Negev, que ocupa más de la mitad del país. Es un desierto rocoso, con formas geológicas abruptas que dan pie a rutas senderistas y ciclistas en un ambiente único junto al mar Muerto, el punto más bajo del Planeta donde podemos recargar baterías y oxigenarnos como en una cámara hiperbárica.
Y como propuesta complementaria al Negev y yendo en sentido contrario, al norte del país tenemos la zona de Galilea, que es el reducto más verde de Israel. Destaca por sus paisajes montañosos suaves y ofrece un paraje natural de incalculable valor, destacando la Reserva Natural de Hula, donde en primavera cruzan más de 500 millones de aves. También podemos encontrar los senderos y cascadas de Banias o el monte Hermón, además de multitud de rutas, panorámicas, piscinas y sitios bíblicos como Hazor, Armagedon, Safed o Akko.
En cuanto a la gastronomía, ¿cuáles son las principales tentaciones gastronómicas que nos esperan si viajamos a su país?
Israel es un festival gastronómico en sí mismo. Los desayunos ya son un ejemplo de la diversidad que vamos a encontrarnos: zumos, pescados en salazón, quesos frescos con especias diferentes, frutas en macedonia, ensaladas, tehina y humus, mucho humus.
Luego tenemos la primaveral Tel Aviv que es la ciudad con más veganos residentes del mundo, con lo que allí las posibilidades “vegan” son infinitas, desde el fast food callejero hasta la alta cocina. También hay otras opciones más tradicionales, como el popular hummus, el falafel o el Sabich, un pan de pita con berenjena, huevo duro, pepino y salsa ambar.
Hay otros dos platos muy conocidos, la shakshuka y el mujaddara. La shakshuka son huevos con salsa de tomate con muchas especias y algún vegetal a comer preferiblemente en sartén pequeña; y la mujaddara, un potaje a base de lentejas y arroz o bulgur. Hum… ¡qué hambre entra de repente!
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