Gruyères es, sin duda, uno de los pueblos más bellos de Suiza. Un pequeño municipio medieval ubicado en un castillo en los prealpes que bien podría ser el escenario de cualquier cuento de hadas y princesas.
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En la zona, además, se produce el archiconocido queso gruyère, uno de los puntales gastronómicos de Suiza (y que, a diferencia del dicho, no tiene agujeros).
Al acceder a Gruyères por las callejuelas medievales, enseguida se accede a una plaza repleta de restaurantes, donde se puede degustar las famosas fondue y raclette. Las casas medievales están perfectamente cuidadas y decoradas con maceteros con coloridas flores. Se dice que Gruyères debe su nombre a un ave, la gruya.
El imponente castillo
Unos pasos más hacia arriba se accede al gran monumento y distintivo de Gruyères, su majestuoso castillo del siglo XIII. Una visita al recinto amurallado se asemeja a un viaje en el tiempo.
En el castillo destacan las vidrieras medievales o las capas de ceremonia de los caballeros de la Orden del Toisón de Oro de Carlos el Temerario.
En los murales de la época del Antiguo Régimen, ubicados en algunas de las habitaciones del castillo, se pueden contemplar algunas de las leyendas o hazañas, como la de las heroicas mujeres de Gruyères que se defendieron usando sus cabras como armas (con cuernos en llamas para, por la noche, aparentar que eran un poderoso ejército).
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Con una guía impresa, los visitantes exploran por cuenta propia el castillo y la colección. La guía es gratuita y está disponible en doce idiomas (entre ellas el español). El castillo de Gruyères también ofrece visitas guiadas.
El Museo de ‘Alien’
Otra de las atracciones de Gruyéres es el Museo H. R. Giger. Este artista suizo se hizo famoso cuando ganó un Óscar por el diseño de ‘Alien’, el protagonista de la película del mismo nombre.
En lugar de comprarse una mansión en Hollywood adquirió, en el corazón de Gruyères, el bonito Chateau St. Germain que desde 1998 alberga un museo con la mayor colección de obras del artista: hay pinturas, esculturas, muebles y diseños de películas del artista, todo en un clima entre lúgubre, tétrico y estrambótico, que data de principios de los años 60 hasta nuestros días.
Junto al museo se encuentra el fantástico HR Giger Bar, donde merece la pena beberse una cerveza mientras se hace una pequeña pausa antes de seguir disfrutando de esta hermosa pequeña ciudad turística.
Qué comer en Gruyeres
Gruyères, además de ser una pintoresca ciudad famosa por su queso gruyer, posee otras delicias culinarias que no te puedes perder al visitar Gruyères:
Fondue de queso: No puedes irte de Gruyères sin probar una auténtica fondue de queso suizo. Este plato consiste en sumergir trozos de pan en una mezcla de queso gruyer derretido con ajo y vino blanco. Es un clásico de la gastronomía suiza y un verdadero placer para el paladar.
Raclette: Otra opción deliciosa es la raclette, que consiste en derretir queso raclette y servirlo sobre papas cocidas y acompañado de encurtidos y embutidos. Es una comida reconfortante y sabrosa.
Tarte au Gruyère: Este es un delicioso pastel salado elaborado con queso gruyer, crema y huevos, horneado en una masa crujiente. Es perfecto para un almuerzo ligero o como aperitivo.
Cuchaule: Un panecillo suizo tradicionalmente hecho con azafrán y decorado con trozos de azúcar. Es popular en la región de Gruyères y se sirve a menudo durante las festividades locales.
Chocolates suizos: Aunque no es exclusivo de Gruyères, Suiza es famosa por su chocolate de alta calidad. Aprovecha la oportunidad de probar algunos de los deliciosos chocolates suizos mientras estás en la región.
Charcutería suiza: Disfruta de una variedad de embutidos suizos, como el jamón, la salchicha y el salami, que se sirven comúnmente como aperitivo o parte de una tabla de embutidos.
Trucha alpina: Al estar cerca de los Alpes, Gruyères también ofrece deliciosos platos de trucha fresca, que se puede disfrutar a la parrilla o cocida al horno con hierbas y mantequilla.
Gâteau à la crème double: Este es un pastel suave y cremoso hecho con crema doble, una especialidad láctea de la región. Es un postre indulgente para los amantes de los lácteos.
Sopa de cebolla gratinada: Ideal para los días fríos, esta sopa tradicional suiza se prepara con cebollas caramelizadas y caldo, y se sirve gratinada con queso gruyer derretido en la parte superior.
Pastelería suiza: No dudes en probar algunos de los deliciosos pasteles y postres suizos que se ofrecen en las pastelerías locales. Desde strudel de manzana hasta tarta de frutas, hay algo para satisfacer todos los antojos dulces.
Información útil en Suiza:
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