Durness, el municipio más al noroeste de las Highlands escocesas, podría pasar, con sus poco más de 300 habitantes, por un lugar tranquilo en el que nunca ha pasado algo extraodinario. Pero nada más lejos de la realidad, ya que fue el lugar de vacaciones de John Lennon, cantante de The Beatles, durante varios años de su infancia.
Tenía nueve años cuando John subió por primera vez a disfrutar del verano junto a su primo Stanley Parks y su tía Mater a la pequeña granja que el nuevo marido de ésta, el dentista Bert, tenía en Durness y que, aunque reconstruida, se puede ver todavía cerca de la Bahía de Sango. El futuro líder de la banda de Liverpool pasaba los días pescando, paseando y haciendo las travesuras propias de la edad. Tanto le entusiasmó la experiencia que la repitió durante varios años seguidos.
Es más, tiempo después, en 1969, un ya famoso John Lennon, regresó para enseñarle este lugar mágico a Yoko Ono. Ambos fueron acompañados por sus respectivos hijos, Julian y Kioko. Eso sí, este viaje no acabó tan bien. Un accidente de coche en el Austin Maxi blanco que iba conducido por el beatle les hizo suspender las vacaciones. El de Liverpool recibió 17 puntos en la cara como recuerdo.
Submarinos alemanes y Tolkien
Pero no sólo de John Lennon viven los recuerdos de Durness. En Loch Eriboll, cerca del lugar en el que se produjo el mencionado accidente de coche pero algunos años antes, en 1945, 33 submarinos alemanes, los conocidos como Grey Wolves, los cuales permanecían escondidos en las profundas aguas de esta especie de fiordo, se rindieron en el marco del fin de la Segunda Guerra Mundial.
Por otro lado, y aunque esto no cuenta con la información suficiente para confirmar su veracidad, algunos paisajes de Durness y su entorno pudieron servir de inspiración para J. R. R. Tolkien a la hora de escribir sus obras.
Otros atractivos
Además, Durness también cuenta entre sus atractivos con Smoo Cave, una de las más impresionantes cuevas del Reino Unido llena de leyendas. Por su parte, muchos visitantes británicos llegan a la comunidad con la intención de visitar Cape Wrath, el Cabo de la Ira, el punto más al noroeste de la mainland británica, cargado de simbolismo y belleza.
Todo ello sin olvidar una de las más impresionantes playas del mundo a lo largo de cuya arena y dunas se puede pasear rodeado de apenas diez personas como mucho, incluso en agosto. Nos referimos a Balnakeil. Un lugar en el que las eternas puestas de sol del verano dejan paso en invierno a las auroras boreales. Cerca de esta playa, además, es posible adquirir diferentes tipos de artesanía en una aldea de artesanos que ocuparon un pequeño enclave militar hace años. Por cierto, una casa, la cual se puede alquilar y está precisamente situada en la playa de Balnakeil, entre su mobiliario, parece contar con alguna pieza de la Armada Invencible española.
Respecto a las posibilidades de alojamiento, aunque limitadas en cuanto a número de plazas, son amplias en lo que se refiere a la variedad. Así, se puede dormir en camping, en hostel, en bed and breakfast, alquilar una casa… He aquí varias opciones: www.visitdurness.com
Todo esto y mucho más es lo que esconde Durness, la pequeña población escocesa que les recibirá con los brazos abiertos. Eso sí, no lo comenten con demasiada gente porque sus habitantes también quieren seguir conservando su calma y tranquilidad. Así lo hubiera querido también John Lennon.
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