Mientras tomas unas tostadas con leche, o zumo y pan con fiambre en el hotel Mayno, mientras disfrutas de un desayuno en Pastrana, la camarera te explica la historia de este municipio de Guadalajara y de las tribulaciones de la princesa de Éboli, el gran referente de la localidad.
El motivo de que llevara parche (que si por un accidente practicando esgrima, por un golpe haciendo equitación…la razón real no está clara), su relación con Santa Teresa de Jesús, el castigo que le impusieron en sus últimos años de únicamente poder asomarse una hora al balcón…
Así van surgiendo preguntas de los huéspedes, entre sorbo y sorbo de café o té, que encuentran rápida respuesta. Todo ello sin que la citada camarera deje de atender cada mesa.
Santa Teresa y la princesa de Éboli
Y, de fondo, imágenes sobre la pared del comedor en las que aparecen el palacio ducal de Pastrana, el convento de San José, el del Carmen y algunos otros de los principales monumentos, siempre envueltos por las alargadas sombras de las dos mujeres que han encumbrado esta ciudad de la Alcarria baja: Santa Teresa y Ana de Mendoza de la Cerda, más conocida esta última como la princesa de Éboli.
Sábados y domingos, los días de más trasiego turístico en el hotel Mayno, la camarera, gran aficionada a la historia local y la impulsora, lleva a cabo esta iniciativa matutina y pedagógica.