A pocos kilómetros de Madrid, se encuentran diferentes localidades de la Comunidad cuya población no alcanza los 100 habitantes. Se trata de rincones que por su encanto, ubicación e historia son dignos de visitar.
Índice
1) El Atazar y su enorme embalse
Conocido desde época árabe, este municipio da nombre uno a de los embalses más grandes de la Comunidad de Madrid.
Con la sierra y el agua como protagonistas, El Atazar es el sitio ideal para practicar deportes náuticos como la vela, el windsurf o el piragüismo, así como las rutas en bicicleta o el senderismo.
Acércate y pasea por algunas de las sendas que están preparadas para todos los niveles de dificultad y están llenas de lugares idílicos, como la Senda del Riato, la del Arroyo de la Pasá, la de la Dehesa o la del Pisachón y Quemaó Viejo.
En el municipio se conservan multitud de ejemplos de construcciones tradicionales destacan los corrales y tinados. Otro elemento importante son Las Eras, situadas de forma escalonada en la ladera del monte en que se asienta el núcleo. También se mantienen en el paisaje los aterrazamientos donde antiguamente se cultivaba el cereal, que junto con la ganadería, eran el medio de vida del pueblo.
También merece la pena la Iglesia de Santa Catalina de estilo barroco o la Fuente Vieja, situada un kilómetro antes de llegar al pueblo y que data del siglo XV.
2) Robledillo de la Jara: robles, jaras, madroños y fresnos
Como su nombre indica, el roble y la jara son dos de los protagonistas del pueblo, junto a madroños, fresnos, chopos y un entorno natural para disfrutar.
Te recomendamos dar un agradable paseo por el Camino de El Villar que lleva a la presa del mismo nombre. Si es una época veraniega y el nivel del agua está bajo podrás ver algunas de las construcciones que quedaron anegadas por el embalse.
La Iglesia de San Pedro Apóstol es el edificio con mayor atractivo, con una pila bautismal del siglo XVI. Pero si paseamos por el pueblo podremos ver el tradicional potro de herrar, os lavaderos abiertos y un pozo tradicional.
Si pasas al Museo de las Formas de Vida del Pasado realizarás un viaje en el tiempo a un pasado no tan lejano mostrando el medio de vida de sus habitantes. En las obras de este museo, se han desenterrado, los restos del horno original de la Tejera de Robledillo de la Jara, un recinto abovedado, llamado la ‘Cámara de combustión’ que proporcionaba el calor suficiente para la cocción de las tejas que se colocaban en la parte superior.
Pero no sólo se nos muestra este oficio; otros como el de los herreros, considerado como uno de los más antiguos, panaderos, apicultores, molineros, esquiladores, o pastores entre otros se dan cita dentro de este museo, donde también se proyectan audiovisuales en los que se pueden ver el proceso de los oficios así como la importancia de ellos en la comarca. El museo forma parte del Museo Abierto de la Mancomunidad del Embalse de El Atazar.
3) La Serna del Monte, pueblo rural con rutas y sendas
De origen rural, su arquitectura tradicional formada por viviendas rurales y dependencias para la agricultura y la ganadería. Posee área recreativa y rutas señalizadas.
La Serna del Monte tiene un origen rural como la mayoría de los municipios de la Sierra Norte. En la actualidad es posible observar algunos ejemplos valiosos como el potro de herrar, un pozo y la fragua, restaurada y de la que se conservan la piedra de afilar, el fuelle, el yunque y la pila. Quien desee sumergirse en la vida rural también puede participar en las actividades de agroturismo existentes en La Serna.
El patrimonio artístico tiene su máxima representación en la Iglesia de San Andrés, el Reloj de Sol de la Plaza del Ayuntamiento o la Fuente de Arriba.
Dispone del Área Recreativa del Arroyo y el Parque de la Cárcava, O si lo prefieres hay rutas señalizadas, como la Senda de la Dehesilla que camina hacia la Ermita de Braojos en un recorrido circular lleno de colorido. La Senda del Mirador recorre zonas de pasto en el que se encuentra un túnel que probablemente comunicaba los búnkers durante la Guerra Civil.
4) Robregordo, en un precioso entorno natural
Robregordo se ubica en un paso estratégico entre el Norte y Sur de España en las inmediaciones de Somosierra. El entorno natural repleto de senderos, vías pecuarias y abundante agua permite la práctica del senderismo y otras actividades al aire libre. Cerca se encuentra el Área Recreativa El Plantío donde se puede disfrutar de un día de naturaleza con toda la familia. O se puede pasear por la Dehesa Boyal, con su gran variedad de flora y fauna.
Las construcciones típicas serranas erigidas con piedra, madera y teja árabe dignas de contemplar, con construcciones como la fragua, el potro de herrar y el molino. La Iglesia de Santa Catalina de finales del siglo XVII es el principal ejemplo de patrimonio artístico.
5) Somosierra, rico patrimonio artístico y batalla contra los franceses
Es el municipio más septentrional de la Comunidad de Madrid y su puerto -con 1.864 m. de altitud- es paso estratégico entre las mesetas norte y sur de la Península. Su patrimonio artístico y natural es digno de visitar.
Los primeros indicios de la existencia de asentamientos humanos se encuentran en la Edad de Bronce. Hasta el año 1697, Somosierra y Robregordo formaron un solo concejo.
Somosierra fue escenario de una de las batallas épicas más importantes registradas durante la invasión napoleónica. El enfrentamiento dejó gran cantidad de vestigios de los que algunos se conservan en un pequeño museo de la localidad.
El término municipal es ideal para realizar actividades como caminar hasta la Chorrera de los Litueros -uno de los saltos de agua más altos de la Comunidad de Madrid-, las rutas a caballo y el parapente.
Los oficios de la población (principalmente agricultura y ganadería) han dejado huella en la arquitectura, que muestra construcciones tradicionales y comunales, entre ellas viviendas rurales y el conocido como Bodegón, construido en 1759.
El patrimonio artístico de Somosierra está formado por la Iglesia de Nuestra Señora de las Nieves y por la Ermita de Nuestra Señora de la Soledad. En el interior de la Ermita hay una imagen de la Virgen y en el exterior se ha colocado una placa conmemorativa de la batalla que tuvo lugar en 1808.
6) La Acebeda, el mayor bosque de Acebos de Madrid
La Acebeda cuenta con el mayor bosque de Acebos de toda la Comunidad de Madrid, especie protegida que se puede disfrutar todo el año y que en la Acebeda pueden llegar a los 10 metros de altura.
Es recomendable pasear por el casco histórico y encontrarse con la Fragua Municipal, los hornos, el Potro de Herrar y la Casa de las Peñas, donde apreciarás las costumbres serranas. También conviene visitar la Iglesia de San Sebastián de estilo barroco.
Ya sea por su arquitectura popular como por sus atractivos naturales, La acebeda te invita a caminar por sus senderos y calles, ofreciéndote la posibilidad de practicar otras actividades al aire libre: rutas en bicicleta y si te atreves vuelos en parapente y ala delta.
7) Madarcos, el pueblo menos poblado de Madrid
Es el pueblo con menos habitantes de la Comunidad de Madrid y ha sabido mantener su espíritu rural con un gran encanto por lo que muestra interesantes elementos arquitectónicos tradicionales, junto a vías pecuarias y los ríos que lo atraviesan.
Los oficios rurales se reflejan en los edificios del pueblo que tienen su máxima representación en las viviendas rurales construidas con mampostería, destacan el potro de herrar, una fragua, un lavadero y dos molinos. Sin olvidarnos de la Iglesia de Santa Ana.
8) Horcajuelo de la Sierra: bellas casas de piedra
Horcajuelo de la Sierra tiene una de las mejores muestras de conjunto arquitectónico rural de toda la Comunidad de Madrid. Sus construcciones de piedra oscura forman un conjunto de enorme belleza.
Algunos de estos ejemplos se encuentran en el Museo Etnológico, así como una fragua que se encuentra completamente restaurada. También se recomienda visitar la Iglesia de San Nicolás de Bari.
Pero Horcajuelo destaca por su integración con la Naturaleza, gracias a su privilegiada situación en la Sierra del Rincón formando parte de la Reserva de la Biosfera declarada por la UNESCO, con una gran oferta de sendas gratuitas, aunque si tienes la posibilidad te recomendamos que reserves la visita, accede a la página www.sierradelrincon.org para que no te lo pierdas.
Si prefieres practicar el senderismo de forma más tranquila, te recomendamos algunas rutas por el municipio, el Camino de Nuestra Señora de los Dolores (que se recorre en unos 25 minutos), el Camino de Pilillas que te lleva a un antiguo molino (de 8 km de longitud) o una ruta por las vías pecuarias (que se realiza en unos 40 minutos).
9) Puebla de la Sierra, Reserva de la Biosfera
Su particular microclima crea unas condiciones que propician una de las mayores diversidades de flora y fauna de la Comunidad. En el área recreativa de los Avellanos podrás disfrutar actividades en contacto con la naturaleza.
Esta riqueza natural se puede contemplar mientras se camina por una de las cuatro sendas existentes, mientras se recorre en bicicleta o mientras se participa en alguna actividad de educación ambiental.
Puebla de la Sierra forma parte de la Reserva de la Biosfera, cuyos ecosistemas tienen como objetivo demostrar una relación equilibrada entre los seres humanos y la biosfera contribuyendo a la conservación de los paisajes, los ecosistemas y la variación genética así como el desarrollo económico y humano sostenible desde los puntos de vista sociocultural y ecológico.
10) La Hiruela, casas de piedra, adobe y madera
La Hiruela es un enclave privilegiado de la Sierra del Rincón. Sus casas de piedra, adobe y madera de roble de la dehesa, apenas han sufrido modificaciones en su estructura desde su construcción, lo que confiere a La Hiruela una identidad arquitectónica propia que lo sitúa como uno de los pueblos mejor conservados de la Comunidad de Madrid.
Algunos de los edificios y elementos tradicionales protegidos son el pilón, el Molino Harinero a orillas del río Jarama, la Casa Consistorial y la antigua escuela, esta última hoy transformada en Bar-Social, la Casa del Cura y la Casa de la Maestra.
La extraordinaria ubicación de La Hiruela le permitirá realizar rutas a pie por increíbles sendas entre bosques, arroyos y dehesas. Además, podrá visitar pueblos medievales como Buitrago, los frondosos bosques del Hayedo de Montejo o los espectaculares valles de La Puebla.
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